lunes, 26 de octubre de 2015

Medición Independiente de Aprendizajes: los contornos de un proyecto que busca ampliar la participación de la sociedad en la educación. (1)

Por: Dr. Felipe J. Hevia[2]
A pesar del esfuerzo fundamental de la sociedad y el gobierno mexicano por mejorar la cobertura escolar en educación primaria, persiste una visión muy acotada y estrecha de la participación de la sociedad en su conjunto en la educación. Esta concepción acotada se caracteriza, por un lado, por la limitación de los actores que pueden participar en el proceso de políticas públicas, donde solo pocas Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) han logrado acceder a la voz en los procesos de toma de decisión a nivel nacional, y por otro lado, en la persistencia de constreñir la participación solo como cooperación económica, ya sea de los padres por medio de cuotas escolares, o de la sociedad en su conjunto para financiar programas de becas.
Esta situación genera dos consecuencias: 1) No hay participación suficiente en la evaluación de la educación y en la identificación de los problemas y 2) No hay involucramiento suficiente de la comunidad para que participe en la búsqueda de soluciones a los problemas identificados.

 Respecto del primer punto, la participación en el campo educativo está limitada a la cooperación económica, ya sea en dinero o trabajo en el caso de los padres, y en aportaciones y becas en el caso de organizaciones civiles. Esto deja fuera una enorme cantidad de temáticas y ámbitos donde la participación ciudadana no se desarrolla, a pesar de su importancia estratégica. La primera de ellas es la evaluación de los aprendizajes. A pesar de la enorme importancia que vienen adquiriendo los procesos de evaluación nacional e internacional de logro educativos, el diseño e implementación de estas evaluaciones,  y muchas veces su uso, en la práctica está alejado de los ciudadanos, padres de familia, organizaciones e incluso autoridades locales.

Relacionado con lo anterior, en México se han implementado una serie de reformas administrativas centradas más en las políticas docentes que en los aprendizajes. Estas reformas implican la creación de un Sistema Profesional Docente y la reformulación del sistema de evaluación educativa.  A pesar de su relevancia, estas reformas han limitado la discusión social sobre los problemas de la educación solo a uno de sus factores: los maestros, dejando de lado una serie de factores extra-escolares igualmente determinantes en el logro educativo.

Otra de las consecuencias de estas reformas es que, en 2015, existe incertidumbre sobre el uso punitivo o formativo de las evaluaciones, en particular de las evaluaciones docentes. Esto ha generado una serie de posicionamientos por parte de los docentes de rechazo a los procesos de evaluación, por su uso punitivo, y no formativo, generando poco compromiso social con la evaluación como herramienta de aprendizaje y transformación social.

Una segunda temática donde la participación de la sociedad tiene poca voz está relacionada con la búsqueda de soluciones y alternativas a los problemas identificados. Sin poder participar de la evaluación de los sistemas educativos de manera formativa y proactiva, tampoco hay posibilidades de participar en la búsqueda de soluciones y alternativas innovadoras para enfrentar los problemas identificados. Esto genera que, a nivel de escuelas, muchos maestros coinciden en que las propias dinámicas laborales, y la creciente incertidumbre que abrieron las reformas a las políticas docentes de 2013, dificultan el reconocimiento de la innovación que se da al interior de las aulas para mejorar los aprendizajes. A esto se suma la “economía política” del campo educativo mexicano, de fuerte tendencia vertical, autoritaria y orientada al control, lo que dificulta identificar y reconocer acciones innovadoras que se pueden dar en las aulas.

En este mismo sentido, la limitación de la participación no permite medir con mayor precisión el aporte educativo de sujetos y procesos no escolares. Si se define a la educación principalmente como asistencia a la escuela, no sabemos medir el aporte de factores extra-escolares al logro educativo; ni las capacidades que espacios extra-escolares, como bibliotecas, centros comunitarios, casas de cultura, etc., pueden tener para incrementar la adquisición de aprendizajes básicos en niños/as y jóvenes de México. De ahí la importancia estratégica que puede tener un proyecto como MIA.

En 2014, un grupo de organizaciones de la sociedad civil, diversas instancias de la Universidad Veracruzana y el CIESAS-Golfo organizaron la primera medición independiente de aprendizajes y su implementación en el sureste de México. Un grupo de 480 voluntarios visitó más de 2400 viviendas en 187 localidades y colonias de todo el estado de Veracruz y entrevistó a más de 3100 niños, niñas y adolescentes entre 5 y 16 años para saber si sabían leer y hacer operaciones matemáticas básicas.

El ejercicio ciudadano y participativo se inspiró en diversas evaluaciones ciudadanas de la educación, que se llevan a cabo hace más de 10 años en la India, Pakistán, Uganda, Kenia, Tanzania, Mali y Senegal, convirtiéndose así en el primer país en América Latina en adoptar esta metodología.
Las características principales de MIA son cuatro:
  1. Lo que quiere medir son aprendizajes básicos: si los niños/as y jóvenes saben leer y hacer operaciones matemáticas básicas, para generar información válida, confiable e independiente.
  2. Se aplica en los hogares, no en escuelas. Con dos objetivos: medir los aprendizajes de los niños que van a la escuela, pero también de los que no van, y ampliar la discusión sobre la educación hacia factores extra-escolares que influyen en los aprendizajes.
  3. Es organizada por ciudadanos y organizaciones, no por autoridades educativas. Esta medición es independiente de la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Educación de Veracruz. Es íntegramente organizada por organizaciones académicas y civiles, y funciona gracias a voluntarios que donan su tiempo y talento para llevarla a cabo.
  4. Se basa en procedimientos rigurosos de recolección y análisis de la información. Los instrumentos que utiliza para medir han sido construidos por expertos educativos, y poseen validez y confiabilidad. La muestra de hogares es representativa siguiendo los procedimientos estándar, y la aplicación en Veracruz fue supervisada por el Centro de Estudios de Análisis de la Opinión, de la Universidad Veracruzana.


La misión de MIA es incrementar la participación de la sociedad en la educación por medio de la investigación colaborativa y la creación de conocimiento entre la academia, organizaciones civiles, comunidad educativa y voluntarios ciudadanos, para mejorar los aprendizajes básicos de niñas, niños y jóvenes, ampliar la rendición de cuentas y construir ciudadanía en México.

En términos de resultados, se encontraron resultados positivos como el alto porcentaje de cobertura escolar; y resultados negativos como los problemas de comprensión lectora y dificultades para resolver operaciones matemáticas básicas en los niños/as y jóvenes de Veracruz.

En particular, en lectura, se obtuvo que el 9.1% de la muestra no pudo leer sílabas, el 90.8% sí pudo leer sílabas, el 84.5% pudo leer palabras, el 78.8% pudo leer enunciados simples, el 70.4% pudo leer una historia de cuatro párrafos, y el 55.8% pudo responder una pregunta de comprensión inferencial.

Las cifras anteriores reflejan que la experiencia resulta un importante insumo para incrementar la participación ciudadana en educación, y el interés de los padres de familia y comunidad en general por los aprendizajes, por otro, los resultados coinciden con varias evaluaciones oficiales sobre problemas importantes de calidad en el sistema educativo en México.

Para mayor información, accesar a www.medicionmia.org.mx




[1] Este documento amplía la ponencia presentada con el mismo nombre en el XIII CNIE 16-20 noviembre 2015, en Chihuahua. Agradezco a la Dra. Usula Zurita por la invitación. 
[2] Doctor en antropología (Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social). Profesor-investigador en CIESAS-Unidad Golfo. Investigador nacional, nivel I. Contacto: fhevia@ciesas.edu.mx

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